La María la Panzurrullera

Cuentan los viejos que hace muchos años vivía por los parajes de Villatobas una astuta zorra a la que llamaban María la Panzurrullera, su guarida debía de encontrarse por el Valle, pero ella se movía por todo el campo buscándose la vida, burlando lazos y comiendo lo que de una u otra manera podía procurarse.
Parece ser que llevaba merodeando varios días por los Marañales, en las inmediaciones de la cueva del tio Felipón.Tres días seguidos se había comido las migas que servían de almuerzo a los pastores de la majada, y aunque algún pastor se quedaba por allí al cuidado la astuta zorra se las apañaba para burlarse de el y acabar con tan preciado manjar.
Después de tres días seguidos sin probar bocado los tres pastores decidieron quedarse en la majada escondidos y al acecho mientras uno de ellos guisaba unas puches, cuando terminó de hacerlas y ya estaban listas y apartadas la María la Panzurrullera que "barruntaba" la trampa lanzó un grito desde detrás de la majada, diciendo:
-!Soy el lobo Martín y al menos tres ovejas llevaré para mí!
Los tres pastores fueron rápidamente a proteger sus ovejas del lobo, corrieron y le buscaron con el fin de darle muerte, pero la zorra mientras tanto dio la vuelta a la majada, se comió casi todo el caldero de puches y se marchó riendo de allí.
Poco había andado cuando se percató de que casi no podía caminar del empacho, entonces utilizó su astucia que tantas veces la había sacado de apuros , volvió antes de que regresaran de nuevo los pastores y se echó las puches que sobraron por la cabeza y por el cuerpo rebozándose en el suelo con las hojarascas y quedando totalmente impregnada de ellas, caminó un poco y cuando ya no pudo andar más se echó la siesta debajo de una mata.
Al llegar los pastores sin haber encontrado al presunto lobo se percataron del engaño y montaron en cólera, cada uno se fue por un sitio en busca de la zorra armados de palos, uno caminó hacia la Cañada Robledo, otro hacia Montealegre y el último hacia la Dehesa de las Yeguas a buscar el camino de Lillo, este último la vio durmiendo y rebozada de hojarascas, pero no la reconoció:
-¿Quién eres tú? dijo el pastor ¿Has visto pasar por aquí a la María la Panzurrullera?
-Soy el hojarasquín del monte (le dijo la zorra disfrazada), y sí, la he visto y te puedo llevar hasta su casa, solo que estoy muy viejecito y no puedo caminar, si me llevas a tus hombros te llevaré hasta su casa, pues la conozco bien.
-Está bien hojarasquín, sube a mis hombros y empezaremos el camino.
Después de andar campo a través cogieron el camino Lillo hacia Villatobas, y pasando por Los Róspides la María la Panzurrullera no podía contener la risa viéndose encima del pastor al cual le había robado su comida, entonces tuvo el valor de decir con voz lejana:
-!La María la Panzurrullera, harta de puches y bien caballera!
-¿Has dicho tú eso? preguntó el pastor, el cual se giraba para ver aquel extraño ser que llevaba encima y el cual estaba recubierto de hojarascas que se le desprendían una tras otra.
-!No, ha debido de ser la María, vamos bien, por allí debe de estar, sigue caminando buen pastor!.
Y siguieron su camino, pero al poco rato, subiendo la cuesta de la cañada Robledo no se pudo contener de nuevo y dijo otra vez la María con voz lejana:
-!La María la Panzurrullera, harta de puches y bien caballera!
-¿De verdad que no has sido tú esta vez? !creo que me engañas! dijo el pastor desconfiando.
-!No buen pastor, sigue tu camino que ya estamos cerca!.
Cruzaron el arroyo y subieron la cuesta, y en el llano no pudiendo contener la risa y dijo de nuevo :
-!La María la Panzurrullera, harta de puches y bien caballera!
-!Hasta aquí hemos llegado, tú no me engañas, eres la María la Panzurrullera!
Entonces al verse sorprendida la María saltó de los hombros del pastor y salió corriendo, el pastor la seguía con la estaca en alto, pero la María había comido bien y después de haberse echado a la siesta y descansar corría más que nunca, bajó las cuestas y cruzó la cacera, pero viendo que no llegaba a su guarida se metió por el barranco del nido del cuervo, el pastor no se daba por vencido y seguía tras ella, no estaba dispuesto a parar hasta que la atrapara, entonces la María la Panzurrullera se metió dentro de una madriguera un poco pequeña para el tamaño de su cuerpo dejando a las vistas su rabo y sus patas rebozadas de hojarascas.
El pastor buscó por el barranco y al final vio lo que parecía un rabo de zorra y unas patas y comenzó a tirar de ella fuertemente pero sin lograr su objetivo, tiraba una y otra vez sin descanso, pero la María era astuta y a pesar de su esfuerzo por no ser sacada de la madriguera tuvo ánimo para pensar rápido y se le ocurrió una idea para salir de ese trance, gritó desde dentro de la madriguera:
-!Tira, tira... tonto pastor, que de la raíz de un árbol tiras!
El pastor se quedó mirando esas patas finas y ese rabo lleno de hojarascas y pensó que ciertamente se podía tratar de las raíces de un árbol, agotado por el esfuerzo que había hecho trayéndola en brazos tan largo camino y sin comer... no tuvo otra, volvió cabizbajo a su majada de los marañales.
Al llegar a la majada agotado por la caminata y sin lograr su objetivo les contó todos los avatares de la historia que le había sucedido con la María la Panzurrullera a sus compañeros, los pastores no tuvieron otra que reírse de este pues se dieron cuenta del engaño al que había sido sometido el pastor, y aunque con algo de rabia interior alabaron la sabiduría y la astucia de la María la Panzurrullera para salir de esas situaciones tan comprometidas.
Aún hoy día cuentan que hay cazadores, pastores y agricultores que han dicho ver a la María la Panzurrullera entre las matas, por el valle, bebiendo agua en las cañadas, cruzando la carretera de Lillo, en la inmediaciones de Portillo, en el Cebo, y sobre todo...merodeando por los marañales, husmeando por la majada y la cueva del Tío Felipón, por si a algún descuidado pastor se le olvidase vigilar el hato.
NOTA: He intentado rescatar este cuento que me contaban mis padres y abuelos, cuento que tiene como protagonista a este bello y astuto animal y a los parajes de nuestro pueblo, si os acordáis de más detalles de este cuento podéis enviarme un correo electrónico a la siguiente dirección: guijarrito.guijarrito@gmail.com e intentaré ampliarlo, muchas gracias.

3 comentarios:

  1. Muy bueno tu relato querido AMIGO, no me asombra en absoluto, pues ya se te
    intuían maneras, empiezo adarme cuenta del buen hacer de escritor relatista de
    sus entornos mas inmediatos, es un placer tener como AMIGO a una persona como
    tu, tan amante de sus lares, en fin AMIGO sigue así que tu llegaras muy lejos, como
    historiador monográfico "que no viene de mono...grafico" de tu tierra.
    Un abrazo si...eso.

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  2. Me gustó el cuento.
    En la vida como en el cuento hay veces que tenemos el enemigo tan cerca y no le vemos que consigue engañarnos una y mil veces.Nos ciega el hambre y sed de venganza, de aquí que con tal de conseguir nuestro objetivo sigamos cualquier pista aún siendo falsa.
    Saludos y que tengas un buen día.

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  3. Gracias amigos, es un placer teneros cerca como compañeros de lectura, vuestros comentarios enriquecen este sitio.

    Un abrazo.

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