Me voy de Villatobas


Ha llegado la hora, hemos llegado a un punto que se está haciendo imposible vivir en Villatobas, si fuésemos solos mi mujer y yo aguantaríamos aquí como pudiéramos... pero el tiempo pasa, pensábamos que después de la posguerra tan dura que hemos pasado vendría algo de calma y bienestar, pero no es así, los años cuarenta y cincuenta fueron duros y ahora a principios de los sesenta la situación se recrudece y los churumbeles ya casi están pasando de la necesidad al hambre, no hay trabajo y cuando sale algo vas por dos "perras gordas", no sacas ni para mal comer.

Los pocos duros de la vendimia y de las olivas ya se acabaron, no se pueden poner lazos en el Cebo ni en Portillo, está todo muy vigilado, los civiles no nos dejan ni de traer un haz de leña para la estufa.

Lo tengo decidido, el equipaje es corto, le diré a mi mujer que vaya preparando las cuatro cosas más precisas y hoy mismo me voy a hablar con Enrique el de Maximia o con Mariano el de Horacio, que parece ser que desde que empezó la gente a irse a Barcelona y a Madrid no les falta trabajo con el camión, salen cada domingo debido a esta mala racha que no acaba de pasar y que va a acabar dejando a Villatobas cada vez más desierto. Unos van a San Fernando o a Coslada, que son pueblos que han crecido mucho industrialmente a trabajar en fábricas, y otros a Barcelona como quiero ir yo, pues ya está allí mi cuñado y su familia en Premiá de Mar, otros se van a Badalona como mi amigo Alfonso, la mayoría echa de menos mucho a su pueblo, y aunque se acuerdan continuamente de Villatobas, de sus fiestas y de sus familias...por lo menos tienen trabajo y ahorran algo. Mi Consuelo y yo lo tenemos claro, iremos unos cuantos años y después...de vuelta a casita. De Villatobas hay muchos en Montgant, se dedican a criar claveles, trabajan de sol a sol y no paran ni los domingos, viven en porches en las propias huertas... pero menos da una piedra y aquí ya no podemos continuar pasando casi hambre.
Las pocas deudas que tenía de lo que había dejado "fiao" "en Vitín" y "en el mutilao" han quedado saldadas, mi hermana me lo dio para que no hubiera habladurías en el pueblo. Las noticias que nos llegan desde Barcelona es que se trabaja mucho, pero aún así, supone una balsa de aceite comparado con la situación que se está viviendo en Villatobas. Desde que se pusieron de moda las máquinas de cosechar ni siquiera tenemos siega, no se puede vivir solo con la vendimia, las olivas y con cuatro jornales al año, los ricos aprietan más y más las clavijas en estos tiempos de crisis, ajustando cada vez más los jornales, por no hablar de algún encargado que hasta ha intentado propasarse con la mujer de algún jornalero...
Sí, lo tengo decidido... yo así no sigo. Espero tener la suficiente fuerza y paciencia como para aguantar los primeros días, que parece ser que son los más duros, aunque los paisanos que llevan más tiempo allí te acogen con los brazos abiertos y eso ayuda bastante a hacer más llevadero el desarraigo de tu tierra, según cuentan es aparecer el camión y salen a darte la bienvenida todos los Villatoberos y a preguntarte cosas del pueblo y de su familia... de lo que pasa por el pueblo... si cambia la cosa...y así un sinfín de preguntas.
Otros como el tío Juanito no aguantó ni siquiera el primer día, cuando le dijeron que también tenía que trabajar su mujer en la huerta hasta los domingos montó en cólera y dijo que se volvía al pueblo, que para su mujer y para él no les hacia falta tanto, ni siquiera llegó a descargar los cuatro enseres... claro que el tío Juanito no tiene hijos, yo no puedo permitirme ese lujo, una vez esté allí tengo que aguantar como sea.
Prefiero irme ahora en Febrero que es cuando empieza la campaña fuerte allí, pues si me espero a ver lo que pasa con la siega de éste año... enseguida llega el día Jesús y entre unas cosas y otras puede que me arrepienta, y otro año no me puedo quedar, no lo podría aguantar, es mejor irse ahora que se va la gente "en tropel" y así no me criticarán tanto a mí solo, ya se sabe... mal de muchos...
Ya está hablado con el chofer, en la madrugada del sábado al domingo vendrá a por nosotros, a las cinco hemos quedado.


!Será posible!, !con lo tranquilo que soy yo!, ¿qué me pasa?, !pues no llego y me pongo nervioso de camino a mi casa después de haberlo hablado!... no tengo remedio... me repito una y otra vez: !si esto no es nada!, !no tiene importancia!, !no eres el único!, !lo más importante son mis chiquillos y mi mujer, y ellos están de acuerdo!, ¿qué más puedo pedir?
Estas tontas ideas me ponen loca la cabeza.


Ha llegado el día, no ha hecho falta que ponga el despertador, llevo en vela desde ayer, !levanta Consuelo, que son las cuatro ya!, mientras voy desarmando la cama vete despertando a los chiquillos, en la alacena hay dos tortas que trajo mi hermana ayer, que se las coman los chicos, que luego el viaje es muy largo y pararemos poco. Vamos a ir recogiendo los trastos que el camión debe de estar al llegar.
Suenan dos golpes en la puerta, no hace falta preguntar quién es, abro, nos saludamos y comenzamos a cargar los cuatro enseres en la caja del camión donde ya hay otra familia que nos acompaña, mi mujer me ofrece algo de comida y le digo que no puedo comer nada, subo a mi mujer y a los chicos a la caja del camión, se saludan las dos mujeres y se sonríen entre sí, los chiquillos se sientan con el niño de la otra familia, para ellos es como una fiesta.
Pero para mi mujer no es ninguna fiesta, ella suele hablar y hoy está muda, supongo que tendrá el mismo nudo que tengo yo en la garganta, subo a la cabina del camión, la noche es fría, arranca el camión y mi casa se va perdiendo de vista, vamos pasando casas, pasamos por la ermita de Jesús, me santiguo y como dos piedras caen dos lágrimas rodando por mi rostro, las seco rápidamente , el chofer me mira...en silencio, ese silencio que solo rompe el ruido del motor y las palabras de quién lleva el camión que me dice: Tranquilo hombre, es normal, antes de que tú te piensas seguro que estás otra vez aquí de vuelta con los tuyos y con dinerillo ahorrado, todo va a salir bien.
Gracias hombre... le digo con el poco aliento que me queda.

Atrás se queda mi pueblo, ¿cuando volveré? ¿cuando volveré a ver a mis amigos, a mi hermana, a mi gente?
En Villatobas a 25 Febrero de 1962

2 comentarios:

  1. Para añadir a tu diccionario,

    Muy lejos:En el quinto coño

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  2. Gracias por tu visita al blog, espero que le visites de vez en cuando aunque vengas de muy lejos (ó desde el quinto coño, je,je)

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