Las fiestas de hace años (por Karbala)

Aquí os dejo un pequeño relato que me ha enviado una amiga y colaboradora del blog (Karbala), en el que se describen las fiestas de hace unos cuantos años, que lo disfrutéis.


Por fin llegaron las fiestas, todo el verano esperando este momento, mi casa se llenó de gente, vinieron mis tíos y mis primos de Madrid.

Ayer día 13 empezaron las fiestas y, como cada año, llegó la banda de música, como si fuese un ritual, la gente la esperaba a las puertas de la ermita de Jesús. Luego bajaron tocando hasta la plaza, siguiendo a los gigantes y cabezudos, se que tan solo son muñecos pero, desde que recuerdo, les tengo un gran recelo, casi miedo, así que entiendo a los pequeños cuando lloran o se asustan.

Me gusta mucho como se pone la plaza en estas fechas, no parece la misma, se llena de colorido con el palco de la música sobre la fuente, con la bandera de España alrededor; los críos jugueteando por debajo con los grifos del agua...., los altavoces de los feriantes. Todo se congrega aquí, son cuatro días en los que la plaza parece tener vida propia.

Mis tíos me dieron las “ferias” así que estuve subiéndome a los “caballitos” que, como cada año, los han puesto en la “Españuela”, enfrente de la confitería de la tía Cándida. También estuve viendo los puestos de la plaza pero no me decidí a feriarme nada, casi todo son juguetes para niñas y las pulseras y collares que tenían no acaban de gustarme.

Estuve mirando a los chicos en los puestos del tiro, no entiendo como siguen gastándose los cuartos allí, apenas aciertan a darle a un palillo, así que tiene que tener truco porque casi todos son buenos cazando pajarillos a mas distancia con la escopeta de plomos.

Está el puesto de las berenjenas (de Almagro, pone en el cartel) y el del turrón y las garrapiñadas, y el de los churros con su paraguas gigante por si llueve, y la tómbola.

Por la noche hubo pólvora donde siempre, cerca del silo del trigo, y la banda subió hasta allí precedida por los caballitos y sus hachones encendidos. Al final soltaron algunos toros de fuego, no se cuantos porque corrí a refugiarme en la puerta de la ermita hasta que terminaron y vi a mis padres volver entre la gente.

Hoy me he despertado temprano, cuando la banda ha pasado tocando. La verdad es que estoy nerviosa, estreno el vestido del “día Jesús” y también unos zapatos de charol realmente especiales para mi, son casi como los de mi hermana mayor; cuando me los probé me sentí importante porque mi padre me dijo que ya parecía una señorita.

Es costumbre que el día 14 vayamos toda la familia junta a la misa mayor, así que me toca esperar (o desesperarme) a que todos estén listos para salir, pero como siempre las mas tardonas mi hermana y mi prima, no se porque necesitan tanto tiempo. Al final, bajará la banda desde la plaza a la iglesia y nosotros llegaremos tarde.

Por fin se acabó la misa ¡qué larga la hacen siempre en este día!. Ya tengo permiso para irme a buscar a mis amigas, ahora solo pasear y poco más, con el vestido nuevo todas tenemos prohibido mancharlo. Cuando estábamos todas juntas nos hemos encontrado con el fotógrafo, este hombre es una parte de las fiestas, llega religiosamente al pueblo por estas fechas y como todas llevábamos dinero de las “ferias” en el monedero nos hemos hecho una foto de recuerdo, porque igual que me pasó a mi ayer, todas piensan que ya no hay nada en los puestos para nuestra edad.

Hoy es el día grande, desearía que se parase el tiempo...., y no porque sea siempre fiesta, es que después el pueblo se muere un poco: los parientes se vuelven a Madrid; y en mi casa, como en el resto de las del pueblo, empiezan los preparativos de la vendimia; los días se acortan y llega el frío.... Y aún queda todo un año por delante para que el pueblo se vuelva a llenar de gente, de luz y de alegría....

1 comentario:

  1. felicidades por el relato Karbala y guijarrito

    Esperamos los próximos.

    Un saludo
    enunlugar

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